Argonauta

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¡Vencí, crucé el Cabo de Hornos!

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domingo, 7 de marzo de 2010

PANAMÁ

 Panamá, puente comercial entre dos océanos, pedazo de tierra inundado de cuerpos y agua para beneficio de la “Humanidad Corporación S.L.” Trozo de pastel y en el reparto un solo comensal. USAndolo y exprimiéndolo a perpetuidad, a cambio de 10 millones de dólares, y 250.000 anuales.
30.000 muertos en la construcción del canal. Entre accidentes y enfermedades (malaria, esquistosomiasis)Unos 25.000 en el periodo Francés y 7.000 en el periodo americano, de los cuales más de 5.000 eran antillanos (afroantillanos y afrocoloniales).   
1986, cuando yo pisé Panamá, el General de la Guardia Nacional  Manuel Antonio Noriega llevaba tres años de gobierno. Dictador, corrupto y traficante de drogas, acusado y condenado por colaborar con el “cartel de Medellín” durante su mandato, responsable del asesinato de Hugo Spadafora, político y médico panameño (encontraron su cuerpo decapitado en la frontera con Costa Rica).
 En el 89, Noriega declara al país en guerra contra EE.UU, que en esas fechas estaba bajo la presidencia de George Bush (padre) nada más y nada menos, el mismo que empezó el follón de Oriente Medio. El 19 de Diciembre a las 23.30 y sin previo aviso la aviación de EE.UU bombardea e invade Panamá. Este ataque sin precedentes, con nocturnidad y alevosía causó más de 5.000 muertos de los barrios más humildes. Entre los fallecidos se encontraba el fotógrafo español Juantxu Rodríguez. El nombre de la operación “Causa Justa”. George Bush justificó la invasión en defensa de los “intereses norteamericanos” en aquel país. Y lo hacía matando dos pájaros de un tiro: por un lado, se quitaba a Noriega de en medio dándole un aspecto social a la invasión (el general era un dictador) Y por otro, diezmaba al ejército panameño y el canal se quedaba sin defensa nacional, que por entonces estaba compartida con las fuerzas norteamericanas. Por tanto EE.UU seguiría ejerciendo en solitario la defensa de las esclusas indefinidamente, ya que en el año 2.000 tendría que haber pasado la tutela del canal a manos  de los militares panameños. ¡No sé! parece que todo estaba preparado ¿no?- ¡Estaban trabajando en ellooo! -Este “Geooorge” siempre tan intrigante. 
No hay “Esclusa” que justifique tantos muertos.
Manu Leguineche afirma que, "todo viaje comienza en una librería”. Es cierto. Yo empecé a viajar con Julio Verne y desde entonces mi interés por conocer nuevas culturas y formas de vida ha ido en aumento.
Las reglas básicas del viajero son: ir solo y con poca ropa, mejor si es usada, deshaciéndote de ella cuando esté  inservible y comprar en mercadillos la que te haga falta, ser precavido, fiarte de tu intuición, y billete de ida y vuelta por si hay problemas salir volao. El único equipaje imprescindible son tus sentidos, ojos bien abiertos, oído despierto ante el comentario del paisano y, en mi caso, mí LEICA Histórica M6  y dos objetivos: un 50mm y un tele de 100mm. 
El alcohol y la barra  aproximan los codos y sueltan la lengua. Los taxistas suelen ser buenos voceros de su ciudad, pero en este país y en este momento  hay –mucho secreta buscando excusa-. 
Sin voces en tus oídos no hay relato de viajes que merezca la pena. El viaje con fines literarios es el más rentable, porque lo haces repetidas veces: cuando lo planificas, cuando lo vives, y al escribirlo.
                                 Ciudad de Panamá
  La antigua Ciudad de Panamá fue fundada por Pedrarias Dávila en 1519 y fue destruida en 1671 por el pirata inglés Henry Morgan, que actuaba con patente de corso concedida por la corona británica.
La Ciudad de Panamá es cosmopolita, con diversidad de culturas razas y tonos de piel. Con casi 1 millon de habitantes, su población está compuesta de mestizos (amerindios con blancos) y mulatos (blancos con negros)  y de personas de orígenes étnicos variados. Pude ver a un hombre de color tostado de rasgos asiáticos y ojos azules con cabellos ensortijados de color castaño (cercano al rubio). La ciudad en sí contenía tres ciudades, las ruinas de la primera, devastada por el corsario Morgan que datan del siglo XVI llamada "Panamá La Vieja", la sección colonial española de la ciudad conocida como el "Casco Viejo" que data del siglo XVII, y la ciudad de los rascacielos con su próspero y moderno distrito comercial.
De día bulliciosa y colorida, semejante a otras ciudades caribeñas, pero de noche se transforma en una urbe intrigante acelerada y golfa. Personajes con mirada de captación de clientes para sus locales de alterne, parecían extraídos del famoso tema de Rubén Blades “Pedro Navaja”. Al iluminarse los clubes nocturnos, caes en la cuenta de la gran influencia comercial de ese mundo alcahuete y proxeneta. Es una sensación personal basada en los encontronazos, un tanto descarados de estos representantes del sexo para ofrecerte sus servicios, bueno, los servicios  de las meretrices de todo rango y color.
Después de acomodarme en un hotel céntrico cerca de la Catedral decidí planificar mi trabajo. Primero visitar el Canal, ver las esclusas, y si fuera posible hacer fotos desde algún buque de grandes dimensiones, cruzándolo desde el Pacifico al Atlántico.
                                                  Kuna Yala

Visité el archipiélago de San Blas, 365 islas una para cada día del año, aunque solo 36 están habitadas. Me acomodé en un Lodge de paredes y techo vegetal. En parte era un palafito, es decir, mitad en tierra y mitad en el mar. 
 Tenía una piscina con agua de mar  que servía de criadero de langostas. Si querías desayunar omelette de langosta, te metías en la piscina buceabas un poco, agarrabas tu crustáceo y voila.
 Me sumergí en el Caribe Panameño, pero la experiencia venía con sorpresa – al parecer, no tenían bien resuelto la evacuación de los residuos fecales- bueno, no me bañé más en ese maravilloso atolón de coral, prefería la compañía de mis langostas. Cuando acabé mi trabajo compré un par de Molas típicas bordadas por las mujeres Kuna y regresé a la ciudad de Panamá. (Las "Molas" son parte del atuendo diario femenino, acompañadas de una falda larga con vistosos colores)
 
                                 Los Embera-Wounaan
Un día  para  hacer los preparativos, y partí para el Darién. Un viaje demoledor. Pero llegar al pueblo de Yaviza fue reconfortante. Sus gentes, Emberá y los Wounaan, en nada se parecían a los Kuna, malhumorados y peseteros (imagino que tanto turismo les transformó). Los pobladores del Darién por el contrario, eran amables y sonrientes y bastante más guapos por cierto.
Yaviza  aún conserva vestigios de la época colonial española. El Darién está considerada  la región más lluviosa del planeta. No es una zona apropiada para el reuma, pero sí para el espíritu. El tiempo se paró en Yaviza. Navegué  en sus largas canoas por el río Chucunaque, el más largo de Panamá, me enseñaron a cazar con trampas, dancé y me sumé a sus cantos. Al calor de una buena hoguera intercambiamos historias, tristes unas, alegres otras, compartí sus cabañas y sus hamacas, compartí mi tabaco, les regalé camisetas, me despiojaron, repartí todos los caramelos a los niños y ellos me ofrecieron pescado. Un día soleado y maravilloso jugué con las mujeres al baloncesto en un campo de hierba recién segado sin tomar precauciones, me descalcé y la coloradilla se coló en el último poro de mi piel. La picazón y el tormento me duraron varias semanas. Ahora mismo me estoy rascando sólo de acordarme.
 La más relevante de sus tradiciones es la Ceremonia de la Pubertad Femenina, donde la púber se aísla de todo contacto social excepto de la madre durante una semana. Al terminar este período de reclusión que coincide con el término de la menstruación, la niña es pintada con tinturas de origen vegetal  y se le corta el cabello como signo de su condición virginal.
Me despedí con abrazos y sin palabras. Sonreían con cierta tristeza, pero ellos se quedaban en el paraíso. Yo, sin embargo, regresaba a la tierra.



        -La maldición del “Atún de aleta amarilla-
     
A mi regreso a la “civilización” el recepcionista del hotel me entregó una nota, el remite correspondía a: Iñaqui Abarrategui  Director Comercial de: Conservas Garavilla
La nota interior, escueta y concisa:
 Está usted invitado a visitar nuestra planta conservera, una de las más grandes y modernas del mundo.
 A las 9:00  de mañana pasarán a recogerle.
 Le rogamos sea puntual.
En caso de declinar la invitación comuníquelo en recepción.
                                 Un saludo.

Bueno y ¿por qué no? En realidad, ya había acabado mi cometido en Panamá ¿qué podía perder?
 A la mañana siguiente, el conductor de la conservera me trasladó en un elegante Audi. Me recibió en persona el autor de la nota. Después de las presentaciones me enseñó la planta de envasado, que a mí me pareció inmensamente grande, ruidosa y poco interesante (me esperaba otra cosa) y así se lo dije. –Tomaremos un refrigerio y luego le enseño “la joya de la corona”
Durante la comida me habló del sistema de pesca del atún, del espionaje que existía entre navieras por localizar los “bancos de Atún”. De los trucos y engaños utilizados –hay que tener en cuenta que hay muchos millones en juego-. El euskera es un idioma que muy poca gente estudia fuera de nuestra tierra y eso nos da una ventaja importante frente a las navieras americanas y japonesas. Y pasó a explicarse –Nuestros helicópteros rastrean el mar en distintas coordenadas en busca del preciado “botín”. Cuando uno de ellos localiza la presa, inmediatamente comunican en euskera la situación exacta a nuestros atuneros, mientras estos ponen rumbo hacia el objetivo, el copiloto del helicóptero lanza cartuchos de dinamita al banco de atunes para obligarlos a cambiar de dirección, dándose de bruces con nuestra flota. Las planeadoras rápidas se encargarán de extender las redes y acorralar a la “manada”¿Entiende ahora la importancia del idioma? Cuando la competencia quiera descifrarlo es demasiado tarde. Además jugamos con el factor del paisanaje, los vascos somos un pueblo muy unido frente al exterior y eso hace que sea difícil comprar voluntades, sin embargo, nosotros tenemos en nómina traductores Samoanos, Nepalíes, Quechuas, en fin, más de veinte entre lenguas y dialectos, pero ellos no tienen un solo vasco.
Me parecía muy interesante, y sería, sin duda, un buen tema para una narración. Le pregunté si próximamente habría una incursión y que en caso de haberla ¿me dejaría participar? Sí, me contestó -Mañana mismo hay una batida, pero no significa que sea fructífera  y son jornadas agotadoras, pero si está tan interesado  haré las gestiones oportunas. Eso sí, tendrá que firmar un protocolo de seguridad, asumiendo los riesgos que esta acción conlleva, exonerándonos a nosotros de toda responsabilidad. Acepté sin dudarlo.
 La madrugada del día siguiente me encontraba en un helicóptero con dos vascos descerebrados y una caja de cartuchos de dinamita, Pacifico adentro sin rumbo fijo, en busca de sangre fresca. Gorka Tamborenea era el piloto, hombre con cara de pocos amigos (apenas se dignó a mirarme en las presentaciones). Estaba claro que no le gustaba nada mi presencia en la nave. Antxon Eguibar por el contrario, parecía encantado con que estuviera a bordo. Antxon  era el encargado de hacer cambiar de "opinión” a los atunes, en caso de encontrarlos claro. Conmigo se mostró dicharachero desde el principio, esto sin embargo molestaba al piloto  porque nos hablábamos a través de la emisora interna, mezclándose con la comunicación que recibíamos de los  atuneros. La verdad, entre Antxon, las comunicaciones y el ruido del helicóptero, me dolía la cabeza – y sólo llevábamos 40’ en el aire.
Empecé a hacer fotos a las nubes y a los tripulantes. Gorka  me hizo un gesto grosero  con el dedo corazón estirado y decidí no hacer más fotos. Valoraban con el comandante del atunero si regresaban a repostar y de paso, se quitaban una carga de encima –o sea, a mí- De pronto, Antxon que escudriñaba el mar con sus prismáticos se movía nervioso, indicando con su mano una mancha amarillenta en el mar a menos de una milla. El operativo se puso en marcha, mientras Gorka les comunicaba las coordenadas en euskera a los atuneros, Antxon se colocaba cinco o seis cartuchos de dinamita entre sus piernas.  Después sacó un puro se lo puso en la boca, lo encendió, abrió y aseguró su puerta y me dijo –prepárate Carlitos que empieza el baile- Esta era la situación, tres tipos dentro de un helicóptero dando bandazos a menos de 20m del mar, uno de ellos con un cigarro habano encendido en la boca y un cartucho de dinamita en la mano derecha. Debió de verme cara de asustado e intentó tranquilizarme diciendo –no te preocupes, son cartuchos de salva, mucho ruido y pocas nueces-. Se sacó el puro de la boca le hizo una señal a Gorka encendió la dinamita y la lanzó con fuerza. Estalló a menos de 30 cm del agua, que empezó a hervir. Los atunes estaban descontrolados. Yo estaba entre asustado y emocionado, pues no paraba de hacer fotos. Antxon hacía su trabajo mecánicamente, se sacaba el puro de la boca encendía la dinamita y la lanzaba contra el banco de atunes y, efectivamente, la manada de peces empezaba a cambiar de dirección como un solo cuerpo, Antxon lo estaba consiguiendo, se sacaba el puro de la boca encendía la dinamita y la lanzaba. Pero una fracción de segundo, sólo una fracción de segundo, me pareció verle en la boca la dinamita encendida y el puro en el aire.
Me desperté en una cama de hospital, con la cabeza vendada, me dolía mucho el oído derecho, el brazo izquierdo en cabestrillo, en fin, me dolía hasta el pelo. El doctor me puso en antecedentes. Parece ser que la dinamita estalló dentro de la cabina y el piloto perdió el control  y el aparato se precipitó al mar. A mí me encontraron flotando con mi Leica colgando del cuello y sin conocimiento. Tengo el tímpano reventado y la clavícula fuera de su sitio. Gorka tenía la pierna derecha rota y un montón de magulladuras. Antxon había salido peor parado, la mandíbula inferior se había volatilizado y no sabían si  perdería el ojo izquierdo. Solo hubo dos victimas mortales, el helicóptero y mi Leica.H- M6.
Si llego a saber que el ruido es tan canalla, le habría aconsejado a Antxon  que moviera a los atunes con insinuaciones del tipo: "¿Les importaría echarse un poco a la derecha? gracias, un poco más si no es molestia, gracias, gracias, por su amabilidad".

1 comentario:

JesusHRom dijo...

Esperando lo próximo que publiques!!
Joder con los atuneros!